abril 28, 2005

..::DEVOCION::..

Debajo de un arbol, frente a la casa, veiase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y la niña la miraban más que al crepusculo, a la vez que hablaban por encima de ella.
-Toma un poco de vino-dijo.
-Es que no hay-contesto la muerte.
-Y por que me dijo usted que había?- dijo.
-Nunca dije que hubiera sino que tomes-dijo la muerte.
-Pues entonces ha cometido usted una incorrección al ofrecermelo-respondio la niña muy enojada.
-Soy huerfana. Nadie se ocupo de darme una educación esmerada-se disculpó la muerte.
La muñeca abrio los ojos. a.p.