Hoy a las 8:00 am salia de un estacionamiento, pague mi cuota con una moneda de diez pesos. La señora extendio su mano cubierta con unos guantes negros (de esos expandibles) para darme mis siete pesos de cambio. Los alcanze con mi mano derecha y le di las gracias. Apenas daba la primer vuelta la llanta del carro cuando me grita: Que Dios la bendiga!!! voltie,le di una sonrisa fingida con el rabo de los labios y no pude contestarle nada.
5 Comments:
Yo por eso siempre llevo cambio...
le hubieras leido uno de tus poemas eroticos, jajaja, Saludos!!!
Gata#1
Me gusto tu actitud.
Creo que es mejor que te vendiga un dios a que te miren con cara de perro. Quien sabe, a lo mejor resulta que su dios es cierto y gracias a ella consiges salvar tu alma y tu sin enterarte repartiendo sonrias a cambio de un rato de parking y unos pesos vas y te has ganado el cielo eterno. De todas maneras la grima y la fe siempre fueron cojiditas de la mano.
no entendi, que bueno que le sonreiste, a pesar del guante negro...
besin
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